OBRA
DESCARGAR CATÁLOGO
PEPE YÁÑEZ, FESTÍN Y PESADILLA
Rafael Benítez Toledano
Quizás influya en estas líneas el hecho de haber dormido con varias de las obras que
Pepe expone bajo el título genérico de “El barco borracho”; pero a mi me se sigue
resultando sorprendente como el talento del artista ha conseguido aunar lo festivo
y lo desasosegante (raro adjetivo), lo lúdico y la verdad incomoda. Como un cantaor
que mezcla, sin pudor y con naturalidad, la fiesta y la tragedia, el compás y la
hondura, una combinación extraña de dominio de los registros de voz y vida interior
asimilada.
Este salto de Pepe con respecto a su obra anterior esta lleno de coherencia, de
madurez y conocimiento hasta en el uso de los materiales; y la ausencia de alardes
en su habitual gusto por los detalles y buena mano para el dibujo. El pintor Yáñez
hace toreo de salón con un Miura, poesía con el miedo.
Quizás influya, ya digo, haberme despertado en mitad de la noche rodeado de
parte de estos cuadros, pero el caso es que me resulta incómoda la sensación de
estar enrolado en este barco desde hace mucho tiempo. Si no díganme ustedes como
pude escribir estos versos hace casi quince años.
“Ayer abrí el cajón de los naufragios
donde guardo los restos de juventud perdida:
direcciones de rostros que apenas si recuerdo,
y nombres que son puertos donde anduve borracho.
Anoche soñé ahogarme en un mar irritado,
rodeado de tablas de bajeles hundidos
con torpes inscripciones que apenas descifraba.
No me asustó la mar, siendo grande su furia,
más sí aquellas palabras confusas alejándose.”
En fin Pepe, MIRA que yo no creo en las casualidades: Rota , Carmona, tu gente, los amigos...
Faena grande en tu pueblo materno, “jartito” de vino y rodeado de amigos. ¿Qué más quieres?
PEPE YÁÑEZ, FESTÍN Y PESADILLA
Rafael Benítez Toledano
Quizás influya en estas líneas el hecho de haber dormido con varias de las obras que
Pepe expone bajo el título genérico de “El barco borracho”; pero a mi me se sigue
resultando sorprendente como el talento del artista ha conseguido aunar lo festivo
y lo desasosegante (raro adjetivo), lo lúdico y la verdad incomoda. Como un cantaor
que mezcla, sin pudor y con naturalidad, la fiesta y la tragedia, el compás y la
hondura, una combinación extraña de dominio de los registros de voz y vida interior
asimilada.
Este salto de Pepe con respecto a su obra anterior esta lleno de coherencia, de
madurez y conocimiento hasta en el uso de los materiales; y la ausencia de alardes
en su habitual gusto por los detalles y buena mano para el dibujo. El pintor Yáñez
hace toreo de salón con un Miura, poesía con el miedo.
Quizás influya, ya digo, haberme despertado en mitad de la noche rodeado de
parte de estos cuadros, pero el caso es que me resulta incómoda la sensación de
estar enrolado en este barco desde hace mucho tiempo. Si no díganme ustedes como
pude escribir estos versos hace casi quince años.
“Ayer abrí el cajón de los naufragios
donde guardo los restos de juventud perdida:
direcciones de rostros que apenas si recuerdo,
y nombres que son puertos donde anduve borracho.
Anoche soñé ahogarme en un mar irritado,
rodeado de tablas de bajeles hundidos
con torpes inscripciones que apenas descifraba.
No me asustó la mar, siendo grande su furia,
más sí aquellas palabras confusas alejándose.”
En fin Pepe, MIRA que yo no creo en las casualidades: Rota , Carmona, tu gente, los amigos...
Faena grande en tu pueblo materno, “jartito” de vino y rodeado de amigos. ¿Qué más quieres?